Wednesday, May 27, 2009

Gavilán o Paloma: Filosofía y contextualidad de un filósofo medieval.

Hacia el 1118 Abelardo, el filósofo medieval; no el pájaro gigante, conoció a Eloísa en la ciudad de París. En aquel momento de su vida el filósofo regresaba a París después de haber tomado clases con el teólogo Anselmo de Laón. Su relación con este maestro había sido igual a la que había tenido con sus antiguos maestros de lógica, los había superado rápidamente y en ese momento Abelardo gozaba de la más alta fama. Eloísa por su parte era mucho menor que Abelardo, alrededor de 20 años, y cuenta Abelardo que esta muchacha era bella e inteligente. El mismo relata en su autobiografía cuales fueron sus intenciones hacia Eloísa desde que la conoció, como elaboró un plan para acercarse a ella diariamente el cual incluía ser su tutor. Esto fue fácil debido a que el tío de Eloísa le procuraba una buena educación.

En su carta autobiográfica Abelardo relata el ingenioso plan que elaboro para acercarse a Eloísa, primero busco acercarse “a ella en un trato diario y amistoso.” Lo anterior lo logro cuando por medio de unos amigos convencieron a Fulberto, el tío de Eloísa, de que lo hospedara en su casa. Fulberto aceptó a cambio de que le diera lecciones a Eloísa. Como la fama de Abelardo era tan grande el tío nunca sospecho de que “entregase a una inocente cordera a un lobo famélico” en palabras del propio Abelardo. Está de más decir que Abelardo conquisto a Eloísa, se desintereso por sus clases de lógica y lo menos que hacía cuando estaba con su discípula-amante era darle clases.

Empezaron a correr los rumores de que había algo entre Abelardo y Eloísa, se notaba en la actitud de Abelardo en clases y más evidentemente por las canciones y poemas de amor que escribió. Fulberto se negó a creer esto hasta que fue muy evidente, para esas fechas Eloísa había quedado embarazada. Ella y Abelardo huyeron a la Bretaña francesa, donde Eloísa se escondió hasta que nació su hijo a quien llamaron Astrolabio, aun en aquella época era un nombre bastante extraño. Abelardo parece haber sentido algo de culpa y le ofreció a Fulberto reparar el daño hecho contrayendo matrimonio con Eloísa con la única condición de que se mantuviera en secreto. Eloísa se opuso al matrimonio originalmente, argumentando que no era digno de un filósofo como él pero termino accediendo a los deseos de Abelardo, no fue la primera vez y no sería la última.

Eloísa y Abelardo se casaron en secreto en París, habían dejado a su hijo a cargo de la hermana de Abelardo, y después vivieron separados. Fulberto, sin embargo, empezó a divulgar el matrimonio y a maltratar a Eloísa por lo que Abelardo mandó a Eloísa al convento de Arguentil. Fulberto se enojo más, pensando que Abelardo se estaba deshaciendo de Eloísa y junto con familiares y amigos castraron una noche a Abelardo, quien humillado totalmente se volvió monje, no antes de que Eloísa tomara los hábitos. Este fue el episodio más dramático de la vida de Abelardo, posteriormente sería perseguido, sufriría varios atentados en contra de su vida por tratar de hacer que los monjes bajo su cargo vivieran la vida del evangelio, y sería condenado en dos concilios. Su relación con Eloísa no terminó con sus respectivas entradas en religión, posteriormente Abelardo le donaría a Eloísa y sus compañeras de religión el oratorio del Paráclito, y también mantendría correspondencia con Eloísa, en la que Abelardo ya un convencido religiosom dialoga con una Eloísa que en ningún momento lo ha dejado de amar. Étienne Gilson en su libro “Eloísa y Abelardo” no deja de apuntar la superioridad emocional de Eloísa frente a la de Abelardo y como en ese aspecto el filósofo medieval se vio rebasado por su alumna, esposa y amante.

Probablemente Abelardo escribió su “Ética o conócete a ti mismo” en 1125 después de su boda con Eloísa y su castración. En esta obra de ética, con nombre que momentos sabe a título de libro de superación personal, Abelardo busca determinar donde recae el pecado en el hecho ético, si es el vicio, el deseo, la realización o el consentimiento al mal. Abelardo es un fundamento teórico para la frase “Lo que cuenta es la intención” porque después de varios análisis y ejemplos determina que el pecado se da en el consentimiento al mal, es decir en la intención. La persona puede tener una inclinación al mal, el vicio, y aun así no consentir en ese mal, también puede ser que la persona tenga el deseo al mal y que luche contra él. La realización del mal, el acto y sus consecuencias, también es descartada, porque como le consto a Abelardo, la persona puede tener la intención de hacer algo bien, como casarse, y los resultados malos, como ser castrado. O puede tener una mala intención y no verse afectado. Ahora bien el pecado para Abelardo es el consentimiento al mal, aquello que Dios ha prohibido, por lo que termina descalificando todo intento de los demás seres humanos de juzgar un hecho dado que lo único que pueden conocer es el acto y sus consecuencias y a lo mucho buscan mitigar las consecuencias dañinas para la sociedad. La intención sólo la conoce Dios y Abelardo separa el bien y el mal de la esfera sociopolítica y legal.

Hay que aclarar que las desventuras de Abelardo no son la única razón que se puede encontrar para entender porque habla de la intención, su respuesta al problema de los universales desemboca en un subjetivismo y estas conclusiones cuando se les pasa al ámbito de la ética dan por resultado esa intención totalmente personal e inaccesible para el otro que sólo puede ser conocida por Dios, quien debería de servir de fundamento para el bien pero ya en Abelardo ese Dios se empieza a convertir en una naturaleza que no puede sostener el bien.

Es indudable, y cuando se leen los ejemplos que da en su ética que sus experiencias personales influyeron en su teoría ética. En su correspondencia con Eloísa, ambos se preguntan más de una vez cómo es posible que cuando vivían contrariamente a los preceptos divinos no tenían problemas y cuando se les ocurre hacer las cosas bien les fue como en feria. Es por esta ruptura entre la intención y el exterior que se puede entender que Abelardo en su vida, el amor y su filosofía fue “paloma por querer ser gavilán.”

Friday, May 15, 2009

EUREKA!

Os dejo un clasico de Monty Phyton...


Interesante alineacion, ¿cual seria la suya?

Thursday, May 7, 2009

Calvin and Hobbes IV: The Santa Delusion




Navegando por el maravilloso mundo de Calvin y su inseparable Hobbes, me he encontrado con la anterior tira. Como buenos "peques" que somos en este Blog, el problema que ataca Calvin es bastante serio y de vital importancia, ya lo venia cocinando de varias tiras atrás y lo seguirá tratando al pasar de las navidades. Es algo que nos concierne cada Navidad, cuando al final le tenemos que rendir cuentas a "Santa". Solo nos podemos imaginar la tortura que es para Calvin llegar a esas semanas donde tiene que ser especialmente "bueno" (Por fortuna es solo una vez al año). En un principio se cuestiona la existencia, pues le parece bastante raro y confuso toda esta idea del misterio y el hermetismo que hay sobre la persona de Santa. Incluso como hemos visto en anteriores entradas, Calvin tiene la preocupación de hacer el bien o aparentar el bien para conseguir lo que quiere, por lo tanto vemos esta solución : Quiero muchos muchos regalos así que creeré en Santa para tenerlos. Podríamos decir que es una decisión sabia y pragmática, como se dice, no hay falla. Pero, ¿Acaso Calvin no esta cometiendo un error al pensar que Santa no sabe sus intenciones? Después de todo: He sees you when you're sleeping, He knows when you're awake. He knows if you've been bad or good...

Sunday, May 3, 2009

Is there anybody out there?


-Y al despertar
tratando de salirse
se encierra en si
se encierra en si-
Hoy Aprendí, El otro yo

Su padre murió en la guerra, su madre lo sobreprotegió, su maestro lo humilló, y su esposa lo engaño con un activista; esa es la historia que cuenta Pink Floyd en su álbum de 1979: The Wall (igual que la película de 1980 del mismo nombre) misma historia que trata sobre un músico convenientemente llamado Pink quien es un ídolo musical, se ve su transformación en un fascista que dirige a la masa que tiene por fans y finalmente es juzgado.

El punto en el que se marca el cambio y se pasa de presentar al músico como un fascista sádico es una canción que se llama “Comfortably Numb”, dicha canción es una de las más digeribles de todo el disco; la letra representa un diálogo entre Pink y un médico. El primero está enfermo y encerrado en su cuarto, perdido en sí mismo. Sin saber si hay alguien afuera, “Is there anybody out there?” pregunta antes de que entren a su cuarto el promotor y un médico (entre otras muchas personas) Pink tiene un concierto que dar, es parte de la industria y como tal, tiene que funcionar sin importar su estado de salud. El artista es parte de una gran maquinaria, su público es amplio y carece de rostro. Al momento de dar un concierto el mismo escenario se puede elevar como una pared que diferencia al artista de su público y lo vuelve un ser todopoderoso y al mismo tiempo prepotente.

En realidad, lo que se da entre el médico y Pink no puede ser llamado “diálogo”, el médico le habla y pregunta si hay alguien ahí adentro, le dice que puede aliviar su dolor, pero necesita un poco de información: que le muestre donde le duele. Sin embargo Pink está aislado, menciona que no hay dolor, sólo ve alejarse al médico, como un barco distante en el horizonte y sólo llegan de él olas. Puede ver que los labios del médico se mueven pero no entiende lo que está diciendo, el lenguaje ha fallado y la brecha entre ambos se mantiene sin poder crearse algún puente que les sirva para relacionarse. El hecho de que no le duela a Pink no significa que esté bien, él ya se había sentido así cuando era un niño, había tenido fiebre y sus manos se habían hinchado como dos globos. El no es así, dice Pink, no sabe cómo explicarlo, pero él no es así, se ha vuelto cómodamente adormecido, no siente nada.

El médico, por su parte, prosigue con lo que él piensa que debe hacer y eso es básicamente tener a Pink funcionando, lo inyecta diciéndole que no habrá más dolor aunque, tal vez, se sienta un poco mal después. La medicina parece funcionar, no para devolverle la salud a Pink sino para que pueda dar el show.

Pink, por su parte, repite que no hay dolor, y que ve como el médico se aleja, ve como se mueven sus labios pero no puede escuchar lo que dice, y debido a que no sabe leer los labios no hay comunicación entre ellos. De niño Pink vio algo rápidamente, algo que estaba fuera de él, algo poco común pero cuando volteo a ver detenidamente que era eso ya no estaba. “El niño creció, el sueño se fue –dice Pink- y yo me he vuelto cómodamente adormecido.”

Hay una pared que se ha creado entre Pink y todo su entorno desde su infancia que le impide relacionarse y eso sólo vuelve más alta la pared. La música que le podría ayudar tampoco le sirve como medio de relacionarse con otras personas y lo aparta de su esposa, mientras que su público más que un grupo de personas es una masa que busca ser dominada. La enfermedad por su parte va más allá de un problema físico, es el mismo Pink quien está enfermo, y el médico sólo se interesa porque Pink pueda cumplir su contrato, que pueda realizar su trabajo. El estado de Pink lo dice todo, está cómodamente adormecido, no siente y no puede reaccionar a su entorno y a su propio adormecimiento: es un desconocimiento de sí mismo, conocimiento que no depende totalmente de sus circunstancias, sino de sí mismo.

La historia termina con un juicio y la caída de la pared cerrando un gran disco de Pink Floyd. El disco, (en algún momento dijo Waters) fue una crítica a los conciertos en estadios, cosa curiosa tratándose de Pink Floyd. A su vez el personaje de Pink se baso parcialmente en el antiguo miembro de la banda Syd Barret quien tuvo que dejar la banda por perderse en las drogas y ser incapaz de seguir en la banda.